Leer las obras de
Dostoievski es como entrar a un quirófano en el que se disecciona el alma. En
un ambiente de pobreza los personajes de este autor van mostrando su parte más
humana, pero al mismo tiempo la más demoniaca y salvaje. La causa de esta
contradicción, por lo regular, es la sociedad capitalista de la Rusia del siglo
XIX que dejó personajes como Svidrigáilov (de Crimen y castigo) quien no pudo
soportar el peso de su conciencia al vivir engañando a los demás y terminó
suicidándose al frustrarse su intento de beneficiar a las personas a quienes había
afectado. En ese ovillo enredado de pasiones, hay un espacio lleno de voces que
expresan las ideas de los personajes creando una sinfonía poco común. Los
personajes más característicos como Rodión Romanovich Raskolnikov que
representa al hombre sensato en una sociedad caducada (Rodina Romanovij
raskalolas o la patria de los Romanovij se quebró) o Aliesha Karamazov sufren su
batalla dentro de ese ritmo psicológico, social y religioso que marcan los conceptos
y opiniones de los demás participantes y su conciencia.
Los personajes
principales que viven una contradicción espiritual dentro de sí mismos no son
capaces de reconciliar las demandas del sentido común, su mundo interior y la
realidad. Los sueños de justicia y bondad que tienen se estrellan con una cruda
y severa realidad injusta. El escritor crea personajes con ilusiones, nobles e
idealistas que deben arrastrarse por el fango del desprecio que experimentan
los demás hacia ellos. La causa son sus valores morales que no encajan con las contradicciones
de ser un individuo con alto sentido de la moral y vivir bajo las costumbres de
los ricos y corruptos. Poniéndose como víctimas de la humanidad se enfrentan
desarmados a los soberbios, injustos y crueles burgueses que no saben del
sufrimiento de los hombres del subsuelo. La escoria es por lo regular el grillete
de los pobres, pero están puros por dentro y se ven obligados a seguir las
normas mostrando actitudes ridículas como la madre de Sonia (en Crimen y
Castigo) que enloquecida se ve bailando en la calle con sus hijos, vestida con harapos
canta con ellos en una plaza y los comentarios que hace contrastan de una forma
tan cruel que el lector llega a las lágrimas viéndola morir de tuberculosis y
dándole instrucciones a sus vástagos para que se conduzcan a la altura, como
personas de la sociedad burguesa. El caso de Mermeladov (padre de Sonia) es
cruel hasta lo imposible. Un hombre que ha luchado contra todas las
adversidades, pero que al ser vencido cae en el vicio del alcohol y muere
arrollado por un carro. En su lecho de muerte ve a su hija y su arrepentimiento
es su tortura más violenta. No puede hacer nada por ella y reconoce que la ha
orillado a prostituirse, que le ha robado el dinero para satisfacer su vicio y
se arrepiente implorándole que vele por su madre y hermanos.
Encerrados en un
laberinto donde no pueden provocar un cambio, los personajes se resignan a su
lucha criticando la actitud de los terratenientes, funcionarios y personas bien
acomodadas. Se desorientan en el infierno de la lucha entre los sentimientos
nobles y crueles y terminan pagando sus acciones con el castigo, el dolor o la
indiferencia de los otros. La gran obra de Fiodor Dostoievski comienza con “Las
memorias del subsuelo” en la que se conserva un poco de la influencia de
Nikolái Gógol, pero ya están los elementos que lo llevarán a deshebrar el alma
humana a través del análisis del individuo en la sociedad.
Observa y describe la
conducta de las personas que ocupan puestos bajos en el aparato burocrático
ruso, esa tradición del pequeño hombre o маленький человек que el gran autor de “Almas muertas” muestra con
ironía, en Dostoievski sirve para ir analizando las circunstancias y causas que
rodean a las personas de bajos recursos. Por dicha razón, emerge el concepto de
la locura ya expuesto en “Diario de un loco” que le ayudará a Dostoievski a
encaminarse hacia los problemas del espíritu en una sociedad que le pertenece a
los aristócratas y hombres ricos que humillan a los pobres.
Hay una coincidencia
entre los personajes de “Noches blancas”, que fue escrita un poco después de
las “Memorias del subsuelo” en la que se nota la preocupación del autor por la
conducta de los hombres pobres con un alto nivel cultural e intelectual y los
burgueses intrigantes y corruptos de aquella época. Los personajes de Fiodor se
encuentran atrapados entre un ser con espíritu justo y una persona marginada
por su pobreza, no disponen de unos rublos para relacionarse con sus amistades
ni ayudar a los demás, ni siquiera para supervivir y cuando lo poseen lo
desprecian, lo regalan o lo tiran como si fuera algo sucio e inusual.
Por dinero, la gente está
dispuesta a rebajar su condición humana y, como les sucede a los personajes
dostoyevskianos, rebajan su condición espiritual para poder integrarse a un
grupo social al que no pertenecen. Eso ocasiona una gran contradicción interior
puesto que se humillan para relacionarse con seres a los que odian, desprecian
y critican por su falta de ética y moral. El fantástico escritor nos permite
verlo siempre desde una perspectiva individual de cada uno de los héroes y, a
pesar de que nos describe con acierto los sitios en donde cohabitan los
personajes, nos queda mucho más presente la forma de pensar y sufrir de todos
ellos. En las obras mencionadas aparecen personajes que luchan contra su
condición social y humana, pues reconocen que tienen el derecho a enamorarse,
aunque no lo hayan hecho antes, como el héroe de Noches blancas o a vengarse de
todos como lo hace el funcionario marginado de “Memorias del subsuelo” que sólo
piensa en matar su propia condición afectando a los demás y se siente después
hostigado por su propia conciencia. En ese complicado mundo nos muestra la
desesperanza, la ironía de ser el ente más desarrollado de la Tierra y vivir
como animales. En obras posteriores comienzan a surgir personajes más
espirituales que tratan de salvar el alma con su conducta, con sus principios y
fe. El más destacado es el Príncipe Myshkin que por su conducta es catalogado
como idiota, pero en realidad su juicio y sentimientos nobles incomodan a la
gente por ser muy parecidos a los de Cristo. Otro gran representante es Aliosha
Karamazov (inspirado en Vladimir Soloviov quien también influiría con sus ideas
en la obra de Tolstoi) trata de definir lo que es el bien y cómo se debe luchar
contra el mal en el fragmento del Gran inquisidor. Dostoievski fue recordado
dos años consecutivos en el aniversario de su muerte en los discursos que
Soloviov dio en su honor.
Creo que la obra de Dostoyevski no tiene nada quer ver con la lucha de clases. Y actualmente pueden encontrarse hombres muy similares a Svidrigáilov.
ResponderEliminarHola, Verónica, gracias por tu visita y tu valioso comentario. Tal vez imagines la lucha de clases como un conflicto armado en forma de revolución, por desgracia la lucha de clases puede ser de varios tipos. Uno de ellos sería la de estar inconformes por el tipo de relación entre los pobres y los bien acomodados. Dostoievski escribió sus grandes obras después de la abolición de la "esclavitud" en Rusia, creo que fue allá por el año 1861 cuando Fiodor tendría unos cuarenta años y ya contaba en su haber el Jugador y otras grandes novelas. A lo largo de las escenas de sus libros, desde Memorias del subsuelo, se nota ese rencor que sienten los hombres marginados contra los terratenientes, militares y funcionarios de alto rango. Si mal no recuerdo su mismo padre era un terrateniente muy cruel a quien no le importaban sus campesinos. En fin, en lo que se refiere a Svidrigailov es un monstruo formado precisamente por aquella sociedad acostumbrada a sobajar a los campesinos. Este personaje es víctima de sus pasiones más bajas y se embriaga con su riqueza, proporcionada por su esposa con quien tiene una deuda y un pacto. Lo poco que cuenta Fiodor de él es suficiente para adivinar por qué se suicidó. Acusado de matar a una adolescente, de llevar hasta el suicidio a uno de sus siervos y las aventuras con las jóvenes de su casa, son razones suficientes para darse una idea del tipo que es. Un hombre perdido por el placer. Ningún intento de redimirse le resulta y termina mal. Dices que en la actualidad hay muchos hombres así, será porque la sociedad no ha cambiado mucho. Bueno, un abrazo y suerte.
ResponderEliminar